10 de noviembre de 2008

Reflexiones en el exilio I

Dos cosas que me alteran de la so-called madre patria:

1. Que aseguren que el aceite de oliva no engorda.
2. Que vayan por el mundo diciendo "ay sí, nosotros sí sabemos hablar correctamente el castellano, no como los chistosos de nuestros hijos putativos que no hacen diferencia entre S y C,Z y que no dicen vosotros", siendo que he escuchado colosales ataques frontales a nuestra lengua salir de sus ibéricos labios.

El problema es que (y no penséis por este post que no os amo), cuando conjugáis con vosotros, el imperativo se os cuatrapea y termináis diciendo a vuestros amados hijos cosas como: ¡TENER CUIDADO! cuando en realidad queréis decir: Chinches niños hijos de su... ¡TENED CUIDADO!... Tened, no tener. Ya sabemos que cuesta más hacer la D, pero ni modo, ustedes eran los que querían hablar con vosotros, ¿no? ¿O estamos haciendo un tributo a Tarzán y Jane?

Otra joya que me pone los pelos de punta cada vez que la escucho y que no puedo pasar por alto es cuando me atrevo a decir "Voy al baño" Y alguien me contesta "¡Ves, ves!" Y yo me pregunto "ves, ¿qué?" ¿Ves que meona eres? Noooooooo... me quieren decir "ándale mija pues, VE", pero les sale VES... Yo lo que veo es que los imperativos nomás no se les da.

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