26 de enero de 2010

El día de hoy

Apenas empieza la segunda parta de este día y ya he hecho un hallazgo digno de mención.

Descubrí que Castelldefels es mi mundo bizarro, mi mundo mexicano bizarro para ser más específico, y que me perdone mi querido Luis por usar la palabra bizarro como ya había dicho él que no se debe de hacer. Y es que estaba yo a punto de bajar del tren que lleva a dicho pueblo cuando me fijé en la cara de un chico que esperaba junto a mí, también para bajar. Su cara era idéntica a la de un amigo no muy cercano, pero sí apreciado, que tuve allá cuando trabajaba en televisión. Me le quedé mirando pensando en lo bueno que sería que mi amigo no hubiera fallecido como en efecto lo hizo y que en su lugar se hubiera venido a Castelldefels, huyendo de todo y de todos, intentando iniciar una nueva vida, viéndonos las caras de paisanos fingiendo su muerte... No me habría importado, porque al final estaría ahí, frente a mí, vivito y coleando.

Mientras pensaba todo esto, el chico me sonríe cómplice y me pregunta: esta es la parada de Castelldefels ¿verdad? Yo le contesto que sí, sin poder evitar pensar que tal vez en el muy fondo de su ser este chico sí es la versión bizarra de mi amigo, tomando en cuenta que era más que obvio que él sabía que esa era la parada porque ya se estaba bajando y todo.
También cabe suponer que al quedármele viendo yo con cara de tonta pensó que me lo quería ligar, pero eso es muy improbable. Me quedo con la primera explicación.

Cinco minutos más tarde estoy entrando en un elevador. Un hombre corre para poder subirse también antes de que se cierren las puertas. Yo ya he pulsado el botón del piso 4, mientras que él pulsa el botón para subir al tercer piso. Algo en él me parece familiar. Entonces, se voltea y me pregunta: ¿Subes? Entro en shock. Es igualito a un ex novio de mi hermana. I-GUA-LI-TO. Además, se repite la sonrisa cómplice y la pregunta obvia-barra-estúpida.

No puede ser una casualidad.

1 comentario:

Livier dijo...

Jajajajajajajajajajajajajajaja, claro que no es casualidad, las casualidades no existen, pero sospecho que tendrás que leer entre líneas, ir más allá y sumergirte en el asunto para descifrar lo que el destino te ha querido decir con estos sucesos.

Uy qué miedo...