7 de abril de 2010

Maremoto de tecnología

Hoy me levanté un tanto estresada. No pude dormir bien porque estaba soñando que desarrollaba una estrategia de marketing en redes sociales para promover los zapatos de novia de Tello.

Me desperté antes de que sonara la alarma, me serví un poco de cereal, abrí mi libro de Twitter Marketing y me puse a leer mientras desayunaba.

Un poco más tarde, con lavado de dientes y ducha de por medio, encendí mi ordenador (o computadora, como prefieran) para revisar mis e-mails. Mientras borraba la enorme cantidad de newsletters y actualizaciones que hoy no me apetecía leer, mi TweetDeck zumbó alegremente para señalarme que alguien había posteado algo, ya sea en LinkedIn o en Twitter. Me detuve para corroborar que se trataba de un dato muy interesante acompañado, cómo no, de un link , el cual ni tarda ni perezosa me dispuse a seguir. El link era tan pero tan bueno que decidí hacer un retweet a la información, eso sí, acortando la URL en bit.ly.

De vuelta a mis mails, me encontré con que había sido taggeada en una foto en Facebook y que 3 amigos la habían comentado. Seguí el enlace y comenté a su vez la mentada fotografía. Un pequeño iconito con un cartelito rojo encima me señalaba que tenía un mensaje directo de una amiga. Lo leí con atención y procedí a responderle. De vuelta a mi profile mi buen amigo Facebook tuvo a bien recordarme que hoy cumple años una amiga. Salí del despacho para buscar mi móvil, empecé a redactar un SMS y, antes de poder pulsar la tecla enviar, empezó a sonar mi teléfono. Respondí la llamada. "¡Ay Chuchita, hola, ¿cómo estás? ¿Sabías que hoy es el cumple de fulanita?" "Sí! estaba mandándole un mensajito...ay, espera, me das un segundo? tengo otra llamada en espera de número oculto y tengo que contestar si no, no sabré quién me llamó... ¿Hola? Sí, buenas tardes, sí, fui yo la que hizo el pedido online, ¿ya está listo? genial ¿cuándo vienen a entregármelo? ". Retomo la llamada con Chuchita y tras un par de minutos le digo que la dejo porque tengo que ponerme a trabajar.

Revisando el mail de las tiendas, recibo una recordatorio de los Analytics de la web. Los reviso. Me da curiosidad un dato. Abro mi Rank Checker. Corroboro. Hmjm, interesante, ah!. Asiento.
Otra vez el TweetDeck, ahora es un vídeo de YouTube. Decido ignorarlo. Ay! el mensaje de cumpleaños!! Lo envío.

Recibo una actualización del grupo de SEO al que estoy inscrita. Me pongo a leer el artículo que enlazan. Hay un término que no entiendo, así que lo busco en la Wikipedia. Alerta de Skype. El estudio de diseño me dice que por fin acabarán la programación! Videollamada de mi hermana. Me pide que le abra una página en Facebook y actualice el blog de su boda.

De vuelta al libro de Twitter porque quiero hacer una buena propuesta para Amnistía. Suena twitter, suena skype, igoogle muestra decenas de nuevos mails, mensajitos y posts en los blogs que sigo...

Durante la comida me puse a reflexionar sobre toda esta secuencia de eventos, que forman parte de una mañana típica, y lo que más me consterna no es que sea más que probable que mi madre no conozca ni la mitad de las palabras que uso diariamente a pesar de haber estudiado la misma licenciatura que yo, sino el hecho de que no se me haya ocurrido nada mejor que hacer -después de semejante agobio virtual- que postear en este blog, así como la imperiosa necesidad que sentí de poner el link a todas y cada una de las referencias aquí señaladas.

4 comentarios:

Somerandomgirl dijo...

Yo me identifico, y aún así, no descifro por completo algunas referencias...le daría clic en el link pero nooo, me tengo que bañar!!!

tq ;)

Livier dijo...

van como 30 veces que intento firmar, pero mi firma desaparece, quiero llorar.

Astro dijo...

No livier! No llores... ya pudiste firmar jeje ¿qué pasa? Es por el filtro? lo quito si quieres :)

Livier dijo...

sí, quita el filtro, no sé si sea por eso, pero me choca, jaja.

Lo que haré es iniciar sesión antes de firmar, tal vez sea eso...

Saludos mexicanos.