28 de noviembre de 2008

Sufrir de puntillas y sufrir de oficio

El ser humano no sería tal si no tuviera esa enorme capacidad de sufrir e inflingir sufrimiento. Casi todos conocemos en carne propia lo que es sufrir. No me atrevo a decir "todos" porque, tal vez, en algún punto desconocido de la tierra exista un nuevo hombre para el que la palabra sufrimiento no tenga significado.
Para muchos sufrir no es más que un acto involuntario, algo que sucede sin quererse y que quisieran desaparecer. Sufren porque no les queda de otra.
Pero hay algunas personas para las cuales sufrir es todo un arte. No sólo se limitan a sentir dolor emocional cuando la vida les da un revés o pierden su fuente de felicidad, sino que van hurgando hasta el mínimo detalle para encontrar un foco de sufrimiento y, si el momento presente no se los provee, reviven aquel pasado de tormentos con el que aún no hacen las paces y que es el principal culpable de su anímica adicción. A estos les llamo yo "sufridores de oficio".
En otros casos, los que sufren constantemente se ven en la obligación de no hacer evidente su tristeza, tribulación y rabia contenida, con la intención de no inflingir pesar en los seres que le rodean cotidianamente, no ensombrecer una convivencia cordial y, en el más sincero de los casos, para vivir el duelo a sus anchas sin que nadie les moleste. A este fenómeno me gusta denominarle "sufrir de puntillas".

Sufrir de oficio Y de puntillas es, por supuesto, el más exquisito arte, así como una verdadera lástima.

5 comentarios:

Dawn A.G. BlackRaven dijo...

El sufrir está en la naturaleza del ser humano, porque también es parte del libre albedrío... cuando alguien elige el sufrimiento como un estilo de vida, está frito. Sin embargo, creo que todos, deben pasar en algún momento por el sufrimiento porque hay algo en él, que permite madurar y crecer.... sí, eso esta del carajo, pero creo que en base a haber sufrido en algún punto de nuestras vidas, podemos tomar mejores (o peores) decisiones...

rbktdiaz dijo...

Evidentemente el sufrimiento nos ha hecho lo que somos ahora y nos enseñó muchas cosas en la vida. Y conociendo el sufrimiento pudimos descubrir también lo que era la felicidad.
Pero creo que después de haber vivido tanto sufrimiento, conocerlo, saborearlo, tocarlo, se aprende a decidir si lo quieres como un estilo de vida, o lo aprendes a digerir, dejar pasar y seguir la vida.
Creo que ambas aprendimos a dejarlo pasar y estoy contenta de que hayamos decidido cambiar de vida.
Sufrir de puntillas de vez en cuando está bien, pero mola más vivir feliz no?
Biz

M dijo...

Definitivamente sufridora de oficio, pero creo es como estacional. Sera que lo necesito para darle mas sabor a la vida? todavia tengo otros demonios pero de esos no me atrevo a hurgar en memorias, ese ha de ser otro tipo de sufrimiento. Te inspiraste en mi aldonz? jaja, en el evento videito? o me estoy sintiendo demasiado importante?

Astro dijo...

Llevaba tiempo repensando esta teoría nacida una tarde que volvía del gimnasio y el evento videito me lo recordó, así que decidí postearlo. Así que Marianis, no te sientes, sino eres demasiado importante.

Astro dijo...

Rbk, sí que mola más, aunque... le he dado un par de vueltas al estilo que quise dar a este post y me desilusioné al ver cuán perfeccionado tengo el arte de puntisufrillismo. ´Debo confesarme, tal vez lo haga en este espacio.
Aunque como Lady AG dice, parece que sufrir es parte de nuestra quintaesencia