Todas las noches es lo mismo. Me olvido constantemente de no tomar agua después de cierta hora y en plena madrugada me dan ganas de hacer pis. Antes me aguantaba, pero un desagradable episodio que incluyó varias dolorosas visitas a un urólogo me persuadieron de abrir el ojo un segundito y acudir al baño cuando la necesidad apremia. Ya no me pesa levantarme y no me cuesta volver a conciliar el sueño. Todo estaría muy bien si no fuera porque a esas horas estoy completamente convencida de que "algo" me espera detrás de la puerta.
¿Pis o monstruo? ¿Pis o monstruo?
Generalmente gana el pis y me acabo levantando muerta de miedo. Aunque a veces confieso que hago un esfuerzo sobrehumano por no ir... claro que luego sueño con cascadas y ahogamientos.
Pero no importa cuántas veces me levante, ni cuántas noches vaya al baño. Al día siguiente vuelvo a estar convencida de que está ahí. Un horrible monstruo antropomorfo con cuernos. Eso cuando no es la niña del exorcista en el pasillo o Samara Morgan al doblar la esquina. Las dos juntas no, eso sí, hasta eso se turnan para esperarme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Afortunadamente, no sé quién es Samara Morgan. (Ni quiero saberlo) Paero aún así estoy seguro de que a mi también me está esperando detrás de la puerta del baño...
Publicar un comentario